Hace
apenas un mes, mientras salia de una reunión con un cliente, me
encontré con un antiguo compañero de estudios y que trabaja en el
departamento de TI de una conocida multinacional.
Sugirió
comer juntos en un restaurante de Oiartzun, una estupenda idea para
sobrellevar una semana bastante dura y hablar de antiguas batallitas del
colegio. Y como no podía ser de otra manera, acabamos hablando del
trabajo y surgió una interesante discusión sobre la
computación en nube (una vez más).
Su
idea inicial era muy clara y clásica: "Clud computing es simplemente
una táctica de marketing." Pero se sorprendió cuando le señalé que el
cloud computing tiene algo que ver con el pescado y el vino que
estábamos disfrutando.
Le
explique una experiencia desarollada por IBM con una comunidad de
pescadores. De como estos obtenían valiosa información de una bollas
inteligentes que captaban información de todo tipo por medio de sensores
y que permitían a los pescadores por medio de aplicaciones en la nube
gestionar dicha información para mejorar su labor. Estos a su vez usaban
pantallas táctiles instaladas en sus barcos de pesca, de forma que
gracias a una solución basada en la nube les permite determinar de
inmediato la demanda del mercado local de pescado, de forma que
mostraban el tipo de pescado recién pescado y pudiendo así comenzar una
subasta virtual con los mayoristas que están en los muelles. Si el
precio es aceptable, hay acuerdo, etc., el sistema proporciona el
necesario reparto entre las cajas para ser embalados antes de que el
barco llega al muelle. Este caso de los pescadores es sólo uno de los
escenarios de los miles que son susceptibles desarrollar tecnologicamete
para mejorar las economías locales como pueden ser la
disminución del tiempo de lanzamiento al mercado, reducción de los
costes de transporte, reducción de desperdicios y mejora de calidad de
los productos y servicios.Mi amigo parecía más interesado y menos escéptico. Le advertí que probablemente no iba a pedir a su empresa invertir en la nube al día siguiente, pero que al menos necesitaba conocer más y mejor estas nuevas tecnologías y poder así anticiparse, adaptarse y ejecutar proyectos de alto valor. Necesitaba un mapa o una hoja de ruta hacia un negocio más inteligente. Y como no, yo se lo podría proporcionar cuando el quisiera.
Cuando
el camarero trajo finalmente el postre, estábamos comentando los
beneficios más conocidos de Cloud computing, como la simplicidad, la accesibilidad
y la Flexibilidad, cuestiones que permiten adaptar la tecnología en
tiempo real a los cambios continuos del mercado y de las necesidades de
una organización.
Cuando
nos trajeron el digestivo y el café, ya estábamos hablando de las
viejas batallitas del colegio ya que más allá de la tecnología, también
hay vida, y que así sea.
PD: Si algún día de estos te acercas a Oiartzun, no dejes pasar la oportunidad de degustar el menú del Restaurante Matteo, no te pierdas el "atún encebollado en cama de tomate", o el “Risotto de setas al queso de Idiazabal”, simplemente delicioso.
Jon Bengoetxea Zuriarrain
CEO K35
