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En K35 nos gustan los retos. Apoyamos a deportistas extremos a alcanzar sus proyectos más allá de los resultados porque nos ayudan a crecer, experimentar y aprender durante todo el proceso. Con Alex Txikon no paramos de resolver problemas que nunca antes nos habíamos planteado: cómo facilitar la autonomía tecnológica a 8.000 metros de altura con vientos huracanados y temperaturas de menos 40 grados. Y cómo conseguir el mejor apoyo tecnológico sabiendo que su vida puede depender de su comunicación con el campo base, el equipo de apoyo en Euskadi y los miembros de expedición en diferentes alturas. Todo un reto.
La semana pasada la nieve y los desprendimientos nos hicieron renunciar a la cima del K2, la segunda montaña más alta del planeta, una de las que más vidas se ha cobrado y cuya cima está en la retina de un selecto grupo.
En K35 hemos vivido la expedición de cerca facilitando a Alex un sistema de geolocalización para conocer el punto exacto en el que se encuentra en la montaña, también facilitando la autonomía de todos sus equipos tecnológicos con la última generación de baterías y cargadores, así como con un portátil rugerizado.
En pocos días, regresará Alex a Euskadi de nuevo un momento que vivimos como la conquista de la cima porque será el momento del balance. Surgirán de nuevo problemas y con ellos soluciones que después ponemos al servicio de todos vosotros, nuestros clientes.
