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miércoles, 15 de febrero de 2012

Espionaje corporativo en la era Cloud




Uauuu! Esa fue nuestra reacción cuando conocimos una historia acerca de la sincronización de archivos en la nube desde un equipo de un miembro de un importante bufete de abogados Norte Americano y el problema que había generado.  Por supuesto, tenía que suceder y cada vez será una noticia más común,  creerme cuando os digo que esto no es la primera ni la última vez que suceda.
Imaginaos este escenario: Eres un abogado que trabaja duro y te has quedado un rato más en la oficina pero se te hace tarde, hay que coger un tren. Eres un buen abogado, comprometido y responsable y tienes que liquidar unas tareas. Pero si quieres ser un buen padre, no puedes perder el tren. Así que, ¿qué haces? Utilizas un servicio como por ejemplo DropBox para acceder a tus archivos a través de cualquiera de tus dispositivos. Accederás a tus ficheros desde casa después de acostar a la niña. Solo has querido ser un buen profesional y un buen padre, pero lo siento has tomado una mala decisión.
¿Por qué ha sido una mala decisión?  No tienes ni idea de dónde está físicamente los datos, no hay garantías de que no estará al alcance de los administradores del servicio, y probablemente, te has saltado a pecho descubierto las políticas de seguridad y encriptación de todos aquellos datos que salen fuera de la empresa y que tus compañeros de TI tantas veces han recalcado. Pero como en la mayoría de los casos, ha ocurrido algo de la forma más tonta e imprevisible, no te has dado cuenta, pero mientras ibas en el tren y estabas viendo un periodico online en tu portátil, Dropbox se ha sincronizado y los archivos están en el disco duro del equipo. Archivos super confidenciales, quien sabe, quizá relacionados con algún miembro de la ONU, con la mafia, o con un registro de patentes de alguna multinacional tecnológica, como os decía, quien sabe, son abogados.
Has tenido un despiste y te has bajado del tren sin tu portátil, lo has perdido para siempre, vaya disgusto!! Al tiempo te enteras que esos archivos han llegado a manos indebidas. El disgusto se ha convertido en un serio problema.
En esta historia no ha hecho falta sofisticados hackers asaltando sistemas de dios sabe donde. Un simple mal habito nos ha hecho muy vulnerables, y los malos solo tienen que esperar su momento, que cometamos un pequeño error. Estamos usando los medios tecnológicos con la misma mentalidad que hace años y las cosas han cambiado y mucho. Antes perder un portátil era una putada (perdón), ahora es cruzar los dedos y ver hasta donde hemos comprometido nuestra empresa. No hay una solución definitiva, no es una ciencia exacta, pero hay soluciones mejores que ir de Don Quijote por la vida. Solo tienes que pedir ayuda y ser consciente que en la informática del presente y el futuro un pequeño error, una pequeña inconsciencia puede tener repercusiones más que graves.
Esto se podría haber evitado. Existen infinidad de alternativas, la tecnología lo permite con creces. Pensar, analizar y organizar soluciones que permitan aportar flexibilidad y ubicuidad a los ficheros de forma segura es posible dedicandole tiempo y pidiendo asesoramiento profesional. Tenemos un montón de buenas empresas y profesionales que saben hacerlo y te pueden ayudar.