SlideShow

jueves, 1 de julio de 2010

La transición a la nube: lecciones de los años 90

Pensemos de nuevo en la proliferación x86 a mediados de los 90. De repente una plataforma X86 más asequible y robusta, generalizándose el uso de internet a velocidad de la luz, las empresas del mercado del software, vieron, intuyeron y experimentaron con lo que parecía se cocía en la cocina TI, una oportunidad para acelerar el tiempo de comercialización. ¿Por qué esperar 12-18 meses a una nueva versión o una nueva aplicación en funcionamiento, cuando podían hacerlo nosotros mismos en cuestión de semanas? La imaginación comenzó a trabajar a toda máquina.

La prisa por la nube ha comenzado. Puede ser una cuestión positiva, pero sólo si nos tomamos el tiempo sufuciente para aprender de las lecciones del pasado.
Naturalmente, fueron, fuimos, a por ello. El resultado, una masiva irrupción de TI, en todas las áreas y segmentos, negocios y organizaciones, producción e innovación, grandes y pequeños, a por ello. Pero esta irrupción trajo consigo lo que la teoría de la complejidad nos recuerda, y si no os lo recuerdo yo a mi manera: Todo sistema dinámico es complejo y su comportamiento caótico, con lo cual surgen y emergen cualidades y situaciones imprevisibles, imposibles de determinar en alcance, espacio y tiempo, toma ya.

Expansión caótica, infraestructuras ingobernables, inmanejables, datos que no caben y mañana tampoco caberán, seguridad comprometida una y otra vez, etc. Desde entonces seguimos ( y todavía seguiremos un tiempo) gastando un montón de dinero, para tratar de arreglar todo o como se suele decir en argot IT, poniendo el tema en vías de solución.

Otro avance rápido hoy, si hoy. La informática en la nube. Estamos en la cúspide de otra transformación, como en los 90. Una vez más, las empresas TI tienen la oportunidad de conseguir lo que necesitan, más barato, más rápido y con más control, resulta que no todo estaba inventado, como siempre. Como ejemplo, la nube pública. Se puede aprovisionar un servidor en cuestión de minutos y pagar sólo por su uso. ¿Está claro no? Efectivamente, a por ello.

De hecho, esto podría ser bueno para todos. La mayor parte de las cargas de trabajo y procesos que se ejecutan o pueden ejecutarse en una nube pública, son la clase de procesos y cargas de las que un CIO quiere librarse. Pero no podemos olvidar que hay procesos, datos e información que no deben salir de nuestro entorno, nuestra infraestructura interna, datos e información relacionada con la propiedad intelectual por ejemplo, información o datos que necesitan ser protegidas por requisitos legales y de cumplimiento, o que contenga información privada, para eso está la nube privada. Por ello es obvio, que será una transformación costosa, ya que exigirá políticas y procesos de auditoría que sirvan de guia en dicha transformación.

La nube se acerca, parece que ha tapado el sol y no vemos con claridad, tal y como ocurrió a mediados de los 90, pero las empresas TI van a por ello, no hay duda, es bueno para el cliente. La penumbra es suficiente para ver la salida, a trompicones eso si. Pero no tenemos que volver a repetir los errores del pasado, que si el pasado sirve para algo, es precisamente para eso. Hay pasos que puedes dar hoy para preparar tu organización para una transición segura, ordenada y eficaz, frente a este nuevo paradigma de IT. Para eso estamos.

Jon Bengoetxea Zuriarrain
CEO K35 IT Managers Group