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lunes, 2 de abril de 2012

La mujer que encontró el primer "BUG" de la historia, GRACE HOPPER


Eran unos tiempos en las que las máquinas se programaban conectando y reconectando cables cada nueva tarea. De modo que en el caluroso verano de 1945, Grace Hopper se encontró literalmente atrapada entre los cables del ordenador. Las necesidades de la guerra exigían con toda urgencia el procesamiento de datos balísticos, y el comandante Aiken solía irrumpir en la sala para preguntarle: “¿Por qué no está usted haciendo números, Hopper?” Una avería del ordenador lo impedía. Cuando finalmente se descubrió que el fallo se debía a una enorme polilla que había entrado por las ventanas abiertas y que había quedado atrapada en el interruptor de un relé, Grace le replicó: “¡Estamos desinsectando la máquina!” 
Pues si, este es el primer “bug” del que se tiene constancia y se extrajo con sumo cuidado del relé con un par de pinzas y se conserva en el Museo Naval de Virginia en el cuaderno de bitácora del Harvard Mark II. Está pegado con cola junto a la entrada de las 15.45 del 9 de septiembre de 1945.
La protagonista era Grace Hopper, cuya aportación más trascendente revolucionó el campo del software: fue la autora del primer compilador y colaboró de manera destacada en la elaboración y la puesta a punto del lenguaje COBOL, además de ser la primera persona que aisló un “bug” en un ordenador y logró “depurarlo”.
El mismo año del altercado con la polilla,  dos ingenieros, John Mauchly y Presper Eckert, estaban construyendo otro ordenador, el ENIAC. Finalizada la guerra, los dos hombres crearon su propia empresa para fabricar una versión comercial de la máquina, e invitaron a Grace a unirse al equipo. La ayuda más valiosa que aportó al desarrollo de este ordenador, denominado UNIVAC (UNIversal ACcounting Machine) la constituyó la creación de software para el mismo. Y fue mientras intentaba construir programas de aplicaciones empresariales en el UNIVAC cuando Grace buscó por primera vez un atajo para ahorrarse la necesidad de volver a escribir ciertas subrutinas que se repetían una y otra vez. Valiéndose de lo que entonces se tuvo como brillante estratagema, la de que un ordenador podía escribir sus propios programas. Grace creó el primer lenguaje de programación, junto con el compilador necesario para traducirlo a código de lenguaje máquina. Se le dio el nombre de “A-0″. Cuando este compilador fue presentado en público por primera vez suscitó la incredulidad entre los profesionales de la informática, quienes pensaban que las máquinas sólo podían realizar operaciones aritméticas y manipular símbolos. Se quedaban atónitos viendo cómo un ordenador saltaba a una subrutina de su biblioteca al encontrarse con un verbo en imperativo al comienzo de lo que era casi una sencilla locución en inglés.
En mayo de 1959 la capitana Hopper fue invitada al Pentágono para formar parte de una comisión de trabajo que estaba intentando crear y estandarizar un lenguaje para ordenadores de uso comercial. En menos de un año la comisión dio a luz la primera versión del Common Business Oriented Language (COBOL). Grace colaboró valiosamente en los esfuerzos de la comisión por aunar los mejores logros de cada uno de los lenguajes existentes y, por consiguiente, crear un lenguaje óptimo para las empresas en virtud de su calidad. Prueba del éxito que consiguió la comisión es que COBOL continúa siendo hoy en día uno de los lenguajes más ampliamente utilizados.