"Con los iPods y los iPads y los Xboxes y la PlayStations -de los que ninguno se cómo funcionan- la información se convierte en una distracción, en una diversión, en una forma de entretenimiento, en lugar de un instrumento para el fortalecimiento personal, en lugar de un medio para la emancipación intelectual", dijo el presidente norteamericano el domingo en un discurso durante la ceremonia de clausura de curso en la Universidad de Hampton, en Virginia.
Analizada a simple vista, resulta una declaración sorprendente dicha por un hombre de 48 años, que ha peleado por mantener su Blackberry después de ser elegido presidente y cuyos colaboradores se comunican con los periodistas por Twitter con más naturalidad que por teléfono. Y sin olvidar que su campaña electoral estuvo en gran parte basada en Internet.
Pero, a la vez, es una afirmación coherente con lo que Obama dijo en la propia Universidad de Hampton, donde advirtió que en el periodismo actual -en parte por culpa de los nuevos medios de comunicación- el rumor está sustituyendo a la información confirmada, y con lo que ha venido denunciado en discursos anteriores: que Internet está agudizando la polarización política porque los lectores tiene muchas más páginas en las que confirmar su prejuicios."